Archivos del mes: 18 abril 2013

Ser feliz en el trabajo ¿es posible?

¿De qué depende el que me sienta satisfecho con mi trabajo? ¿qué he de tener en cuenta para saber si este nuevo empleo es para mi? ¿cómo afinar mi búsqueda  para encontrar un trabajo en el que me sienta realmente a gusto? ¿por qué me cuesta tanto ir a trabajar? ¿el trabajo puede ser algo divertido? ¿puedo conseguir disfutar haciendo mi trabajo?

A lo largo de esta charla realizaremos un recorrido en torno a los factores que influyen en el hecho de que nuestra relación con el trabajo sea satisfactoria y valorizante.

Cartel Cristina Costa jpg

¿Un proyecto profesional? ¡Yo sólo busco trabajo!

A menudo me encuentro con esta afirmación cuando hablo con personas que están en proceso de búsqueda de empleo.

No sé si es que la palabra proyecto se asocia con  “mucho trabajo” o con que se busca algo de “mucho nivel”. No sé si determinadas personas piensan que su trabajo no es tan importante como para venir respaldado por un “proyecto”.

Lo que tengo claro, es que para emprender la búsqueda de empleo de manera decidida, con seguridad en uno mismo y manteniendo un nivel de energía constante que nos permita superar los obstáculos que vayamos encontrando, hay que tener un objetivo concreto. Si además queremos que el trabajo que consigamos nos haga feliz y nos ayude a sentirnos realizados, este tiene que responder a un proyecto profesional que se ajuste a nuestro proyecto de vida.

Buscar trabajo ya es bastante pesado, duro y complicado, sobre todo en estos momentos, como para ir dando tumbos sin dirección concreta. Cada paso conlleva un gran esfuerzo, por eso es importante que cada movimiento nos sea útil, interesante y que nos refuerce y nos anime, en lugar de quemarnos y restarnos fuerza. Se trata de que cada paso, sume.

Uno de los factores que hace la búsqueda de empleo más pesada es el rol en el que habitualmente nos auto posicionamos: el rol de “quien pide algo”.

Si normalmente a todos nos resulta más fácil “dar” que “pedir ¿por qué no cambiamos de rol?

Al embarcarnos en el proceso de definir nuestro proyecto profesional, nuestro rol ante la búsqueda de empleo empieza a cambiar.

Trabajar sobre nuestro proyecto profesional nos conduce a ser conscientes de nuestro valor añadido, de lo que podemos ofrecer al mercado, de los problemas que podemos solucionar. Esto nos ayuda a posicionarnos en un rol pro activo, de ofrecimiento, de propuesta, de venta y nos saca del rol de petición, de demanda, de respuesta.

De repente ya no estamos “pidiendo” trabajo. Salimos a “ofrecernos” al mercado. Vamos a buscar a aquellas personas y empresas que nos interesan.  Vamos a ofrecerles nuestro producto, es decir: nosotros como profesionales.

En ese momento dejamos de flotar a merced del mercado laboral esperando a que este nos brinde una oportunidad a la que presentarnos y empezamos a generar nuestras propias oportunidades profesionales.

Estudio de Human Research

El grupo de investigadores de Human Research, realizó una investigación en la que se entrevistó a un colectivo de 2000 personas antes de que empezaran en un nuevo trabajo. Al cabo de tres años, se volvió a entrevistar a estas mismas personas. Los resultados fueron concluyentes:

Un 86,5% de las personas que habían empezado ese trabajo porque respondía a su proyecto profesional, al cabo de los tres años estaban satisfechos de su trayectoria y seguían ilusionados con ese empleo.

Por el contrario, el 85,5% de aquellos que se habían incorporado a ese nuevo puesto de trabajo sin que este fuera parte un proyecto, sino simplemente porque les surgió la oportunidad, al cabo de los tres años sentían que necesitaban un cambio, se veían atascados e insatisfechos con su vida profesional.

¿Y cómo se elabora un proyecto profesional?  ¿qué hay que hacer?

La teoría del “Sextante” de Human Research proporciona un guión que contempla todos los aspectos a tener en cuenta para abordar esta intensa tarea.Diapositiva1

Las aspiraciones, las realidades, los fundamentos y las acciones: Cuatro aspectos igualmente importantes.

Las aspiraciones es decir, los sueños profesionales. Estos son necesarios ya que nos retroalimentan de ilusión, de energía, y favorecen nuestro deseo de actuar.

El sueño profesional es necesario, pero ha de ser realista. Un sueño que no se ajusta a mis realidades es un sueño imposible. Este puede tornarse perjudicial y llevarme por el camino de la frustración.

Los mensajes popularizados en las últimas décadas en torno a la actividad profesional de “sigue tu pasión” o “haz aquello que realmente amas” muy inspiradores en un primer momento, han sido en cierta medida contraproducentes ya que lacran el aviso complementario de “averigua cuál es la realidad que rodea ese sueño” y “para conseguir el sueño, muchas veces el camino es pesado y agotador”.

Las realidades definen el momento actual: el mío, el de mi entorno personal y el del mercado que me interesa.

¿Cuáles son mis realidades?

Mis conocimientos, mi experiencia ¿son suficientes para desarrollar el tipo de trabajo que me interesa? mis competencias ¿cuáles son?

La edad. ¿Me siento demasiado joven o demasiado mayor? ¿Qué ventajas competitivas puede tener mi edad?

El entorno personal juega un papel muy importante como punto de apoyo y de contención durante el proceso de búsqueda de empleo. Mi familia, mi cónyuge, mis mejores amigos ¿cómo viven mi situación de búsqueda? ¿están al tanto de mis avances? ¿les hago partícipes de mi  situación? ¿puedo compartir con ellos mis ilusiones, mis miedos? ¿confían en mi? ¿me siento contenido…o incomprendido?

Asimismo es crucial investigar sobre la realidad del sector que nos interesa. Conocer cuáles son las últimas tendencias, la problemática actual del sector, las empresas de referencia, las más innovadoras, las de nueva creación y sobre todo, hacer una lista de aquellas en las que me gustaría trabajar.

Desde luego, esto conlleva un proceso de investigación. Pero ¿quién dijo que buscar trabajo era una tarea fácil? Buscar trabajo es un trabajo en sí.

Requiere una preparación, una adquisición de conocimientos ( de mi mismo y del entorno), y una práctica. Cuantas más acciones realice, mejores serán mis resultados.

Los fundamentos son aquellos aspectos inherentes a mi personalidad, como los intereses profesionales, que definen aquellos entornos de trabajo donde me desenvuelvo con soltura. Bien sea donde puedo trabajar con las manos, donde hay movimiento, acciones concretas, resultados tangibles; o allí donde dominan las ideas, donde aplico teorías, donde desarrollo la técnica; o tal vez en entornos donde acompaño, cuido o guío a otras personas; o en aquellos ambientes donde adquiero responsabilidades, afronto retos y asumo el liderazgo; o si no, tal vez, allí donde se respeta una norma, en un entorno controlado, estable, con directrices claras, organizando, adminsitrando.

La teoría de John Holland sobre los intereses profesionales establece que una persona desarrollará su actividad profesional con mejores resultados y con mayor satisfacción, si se encuentra en un entorno profesional que se ajuste a sus intereses, no siendo tan determinantes los conocimientos técnicos o la experiencia que tenga.

El sentido que para nosotros tiene el trabajo, nuestras motivaciones y la capacidad de gestionar el caos, son también parte de nuestros fundamentos. Al conocerlos, seremos capaces de entender mejor nuestra manera de vivir el mundo laboral.

Y por último, las acciones.  Las palancas que me impulsan a actuar o los frenos que obstaculizan el ponerme en marcha, vendrán condicionados por la confianza que yo tenga ante el futuro, mi aceptación del cambio, mi perseverancia ante las dificultades y mi disponibilidad de tiempo para actuar.

Probablemente mis aspiraciones, mis sueños, me animen a avanzar mientras que algunas de las realidades me frenen. La cuestión es ser consciente de cuál es cuál para en unos casos fomentarlas o en otros superarlas.

En definitiva, estos cuatro aspectos engloban toda una serie de factores que hemos de tener en cuenta para construir nuestro proyecto profesional.

El camino emprendido para definirlo nos llevará a realizar actuaciones que nos conducirán a  lo más importante: conseguir que este proyecto se haga realidad.

 

Artículo publicado en el suplemento laboral del Diario Menorca, 13-abril-2013